domingo, 6 de enero de 2008

Función transformadora.


Personalmente creo que ésta cara de la publicidad es una de las características más interesantes que posee. La función transformadora de la publicidad permite educar, sensibilizar y concienciar a un determinado público apoyando muchas veces éste mensaje transformador de la sociedad.



Aquí un claro ejemplo:

Ésta nueva campaña se encarga de mostrar a un individuo gravemente perjudicado por su adicción al tabaco que ha tenido bastantes problemas de salud relacionados con ésta grave enfermedad. El sujeto en cuestión se llama Skip y ha tenido dos infartos, 14 intervenciones quirúrgicas, siete coágulos, una pierna amputada y sigue fumando.

Resulta evidente que recurrir a testimonios directos mucho más impacto así como también puede -a buen seguro- despertar emociones en el receptor para acabar logrando un mensaje que resulte muy impactante y potente a la vez.


Sublime, ¿no?.