lunes, 14 de abril de 2008

Crisis y crítica de la publicidad.

Artículo aquí.

Que la publicidad es un negocio a nadie se le escapa ni tampoco que la publicidad es parte del eje primordial del sistema capitalista. Y como tal, lo único que hace es mirar por sus beneficios. La publicidad se encarga de mantener el sistema capitalista de forma tal que muchos aspectos de la misma cultura y sociedad son sólo consecuencias de esta. Con ello no quiero decir que esté bien ni que esto deba ser así. Pienso que la faceta social de ese dios Jano que algunos han bautizado como publicidad está mucho más escondida y muchas veces está obviada conscientemente.

Por esta razón creo que es muy complicada la transformación o restructuración de las agencias de publicidad. No creo que sea viable, en el mundo actual que decidan dejar de lado aquella faceta comercial del mensaje para pensar también en la vertiente socio-cultural que pueda tener. Sería totalmente deseable, pero muy complicado en el punto en el que estamos. No creo que eso sea posible porque el concepto de publicidad y sus vertientes es tan absolutamente grande que es capaz de manipular, de coaccionar y de reinventar cualquier icono social hasta hacerlo productivo, es decir, susceptible de ser vendible y de generar ganancias. Si la publicidad ha sido capaz de generar unas necesidades que hasta el momento no existían, ¿por qué no va a ser capaz de huir de esas voces disonantes o de cubrir esa faceta que le impide lograr beneficios?

Aun así, mi análisis peca de tremendista. Estoy seguro que el fenómeno de la publicidad no resulta tampoco tan maligno y maléfico y que, sin llegar a reinventarse totalmente (cosa que sí que puedo decir que sea imposible) sí que puede la publicidad tener un punto de compromiso social con la cultura y la misma sociedad. Todos los aspectos que se encargan de transformar, de reinvertir y de ¿por qué no? de destruir pueden servir al mensaje social. Ya no sólo hablo de la publicidad tradicional (spots, cuñas, etc,) hablo de las nuevas formas de publicidad (que como dice Joan Costa de nuevas tienen poco porque han estado ahí toda la vida pero, debido a la sobreexplotación de algunos soportes, se han eregido como nuevos) como las llamadas Bellow the Line o el llamado Marketing de Guerrilla por poner algunos ejemplos. Pienso que son campos publicitarios que pueden funcionar muy bien si de algún modo se encuentra la forma de explotar su vertiente social. Son medios capaces de llegar de manera directa y de crear un impacto puede que superior que los medios convencionales y ya sumamente sobreexplotados.

Aun así de vez en cuando, me topo con algunas campañas que realmente cumplen esa función social y resultan impresionantes.